sábado, 9 de abril de 2016

7ª Edición "Reportajes"

Estefanía Henríquez Cubillos

Nacida en junio de 1991 en Santiago de Chile. Estudió un año licenciatura en danza en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano durante el año 2010. Actualmente egresada de sus estudios como fotógrafa profesional del Instituto Profesional de Arte y Comunicación ARCOS, año 2015. Expositora en fotogalería ARCOS, bajo el concurso “Emergentes 2015”, organizado por el director de la escuela de fotografía. Esta exposición fue trasladada al Centro Cultural Estación Mapocho, bajo el contexto de la feria “Masdeco Market”, organizada por el diario “La Tercera”. Exposición fotográfica “Bāllare” en la galería de arte “Arte Mundo” el año 2015.

Para mí, la fotografía es un medio visual para representar mundos de difícil acceso cotidiano hacia el público en general, por esto, la fotografía documental es el lenguaje que utilizo para apreciar, conocer y entregar nuevas realidades. Además, al ser ésta una herramienta de fácil reproducción masiva, hace accesible una mayor y rápida difusión a objeto de generar conciencia de lo desconocido.

“Bāllare”

El proyecto fotográfico es de corte documental y trata acerca de la vida de dos bailarines que pertenecen actualmente a la compañía de ballet del Teatro Municipal de Santiago, David Saavedra (24) y Romina Contreras (19). Estando sobre el escenario pareciera que el cuerpo rompe la lógica de la gravedad y sus
intérpretes aparentan ser suaves plumas danzantes; cuerpos esbeltos y fibrosos bailan al compás de la música clásica que suena en vivo, realizando movimientos delicados y a la vez desafiantes, como saltos y piruetas, interpretados con gran emoción, conmoviendo a todo un público. Sin embargo, detrás del espectáculo se presenta un trabajo impresionante, que involucra una gran carga y responsabilidad en el bailarín, implicando sobre éste horas y años de trabajo el que no para, ni siquiera estando fuera del rol interpretativo, más que una profesión, se vuelve un estilo de vida que llevan consigo en todo momento.

El cuerpo fotográfico es una pincelada por la vida de estos bailarines y un resumen de su rutina diaria; clases, ensayos, culto, cuidado y trabajo del cuerpo, disciplina, estrés, y el resultado visible de años de trabajo, a través de su propia anatomía y de lo que son capaces de hacer arriba del escenario. Descubrir qué vida tienen estos personajes en el escenario y detrás del telón; la imagen que no se vende, que no es pública y que al final nos revela cuerpos cansados, pero al mismo tiempo personas felices; y que sin duda volverían a elegir la danza clásica como el destino de sus vidas. La pasión y lo que sienten al bailar es una sensación de plenitud y libertad que ninguna otra disciplina o acción es capaz de entregarles.

Imágenes















Matías Poblete Aravena

Tengo 23 años, titulado de fotógrafo profesional en el Instituto Arcos.  Nací y  me crié en Santiago de Chile, específicamente en la comuna de Puente Alto. 

De los 13 años me ha interesado lo que es “crear”, por ese motivo quise ser pintor por mucho tiempo, pero nunca me acompaño lo que es el dibujo por lo tanto siempre quedaba frustrado. Cuando tenía 15 años, mi hermano que es pintor y mi primo que es fotógrafo, me señalaron una página muy importante en donde contenían varios trabajos y porfolios fotógrafos de todo el mundo: Magnumphotos. Ahí fue la primera vez que sentí que la fotografía podía contener el trazo del pintor. Ya que yo sentí los latidos del corazón y los pasos del fotógrafo en su imagen. Desde ahí quise ser fotógrafo pero me dedicada a cosas simples como a fotografiar las flores y los cielos “bonitos”. De todas formas siempre tenía en mi retina esas imágenes de Abass, koudelka, en mi cabeza, por lo que mi primera afición y el motivo de mi comienzo el año 2010 fue la fotografía documental a modo de ensayo, lo que he forjado hasta el día de hoy.

Coreto: Ensayo/documental del 
Circo tradicional chileno

Este trabajo pretende en un ensayo/documental fotográfico a través de la investigación de los elementos y valores del circo tradicional chileno.
El circo se puede definir como un espectáculo para todo público que se ha tejido desde la época del imperio romano  hasta el día de hoy, donde desde finales del siglo XIX llego a Chile.  Se presume que su llegada es a través de las vías portuarias, en este caso Valparaíso, con el circo de los hermanos Pacheco. Tradicionalmente se ha establecido en un sitio eriazo, formando una circunferencia cubierta por una carpa, con graderías para los espectadores y esencialmente con una pista, donde trabaja una variada gama de artistas,  como lo son los trapecistas, malabaristas, contorsionistas, magos y payasos que destacan con sus habilidades fuera de lo común.  Más allá del espectáculo, el Circo tiene una característica muy importante  por los que los hace singulares, como lo es su estilo de vida,  ya que relacionan su cotidianidad con su trabajo. Por esto mismo se articulan y viven alrededor de la carpa, convirtiendo esta labor en un sacrificado arte/vida.

El  interés de realizar este proyecto,  parte por querer conocer y adentrarse a este mundo  muy distinto a lo cotidiano de nuestra sociedad poniendo  en valor su cultura, su historia y su vida. El querer observar en cómo se gestan alrededor de la carpa, como se desarrollan detrás del espectáculo, cuáles son sus palabras, sus manera de relacionarse y comportarse, hacen comprender los  detalles que implican en la formación de algo único contrapuesto a la sociedad, cargando con ellos su itinerancia, su legado familiar
y cultural. Plantean de este modo un estilo de vida diferente, con ciertas creencias, costumbres, lenguaje y visión propia.

La fotografía puede acercar a la gente estos valores e identidades que se generan en el Circo, de esta forma  se observa el patrimonio cultural y las propias raíces artísticas del país, todo a través de una mirada autoral, como lo son las referencias fotográficas de la temática circense: El trabajo de Bruce Davidson titulado “Circus”, Mary Ellen Mark con su trabajo en los circos de la India, Daniel Barraco y su percepción de los picaderos por Argentina, Paz Errázuriz en sus retratos que dignifican a los artistas circenses chilenos al igual que Francisco Bermejo con su recolección de distintos personajes en sus fotografías.

Este proyecto fue realizado  a través de una mirada fotográfica  propia y ensayística, en que se sumerge en la  itinerancia y trashumancia circense, que al tejer la imagen en su recorrido,  se logran visualizar la propia estética circense generada en sus años de existencia, una estética lúgubre y triste, que en miradas vacías se devela lo contrapuesto al objetivo del espectáculo  pero que  de esta forma se da un testimonio, un relato de la propia vivencia y viaje circense.

Imágenes





















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