sábado, 18 de abril de 2015

5ª Edición "Foto-Autor"

Catalina Juger

Catalina Juger es una fotógrafa chilena que se dedica principalmente a la elaboración de proyectos fotográficos con temáticas de género, además de fotografiar aspectos e inquietudes de su vida diaria. 

Sus trabajos son realizados desde la fotografía analógica a color y en blanco y negro, pasando por distintos formatos. 

Ha participado en exposiciones de manera individual y colectiva, tanto en Chile como en Argentina.

MUJER FURTIVA

Cuatro mujeres, en los cuatro extremos que conforman el territorio chileno, convergen en comunión para este proyecto fotográfico. El ensayo se conforma por el seguimiento fotográfico a ellas, quienes viven en los cuatro puntos geográficos del país: Norte - Sur- Este – Oeste (desierto, bosque, cordillera y mar). 

En cada sitio reside un personaje que se enfrenta a construir y habitar su entorno de distintos modos y con distintos paisajes. Cada una de estas mujeres es particular en su recorrido. Las podemos apreciar maduras, ya habiéndose desarrollado para otros; hoy se habitan a sí mismas conviviendo con la soledad y el silencio. 

Una mujer fotografiando a mujeres es una responsabilidad contingente de manera personal y colectiva para nuestros tiempos, enriquecer la mirada con nuestras congéneres es un propósito real y significativo para el desarrollo de espacios y necesidades en nuestra sociedad.

Imágenes
















Felipe Retes Álvarez                    

Nace en Santiago el año 1990. En el año 2009 entra a estudiar Fotografía Profesional en el Instituto Profesional Arcos titulándose en el año 2014. Desde hace más de 4 años su trabajo se centra en fotografías nocturnas de Santiago a través de las cuales reflexiona frente al concepto de ciudad, los límites de la fotografía a la hora de representar la realidad y la influencia de ésta en la construcción de imaginarios individuales y colectivos.

Talleres y visionados

•Workshop con Adriana Lestido (Argentina) en el marco del Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso FIFV 2014 (2014)
•Visionado de portafolio con Mauricio Toro Goya, Nicolás Wormull y Luis Binimelis en el marco del Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso FIFV 2014 (2014).

Exposiciones Individuales

•“Nictálope, de lo real a lo imaginario”, Sala de Exposiciones Biblioteca Viva Sur, San Bernardo. (2014)
•“Nictálope, de lo real a lo imaginario”, Centro de Arte Experimental Perrera Arte, Santiago. (2014)
•“Otro Lugar”, La Cueva del Conejo, Santiago. (2013)
•“Enigmas de la Sombra”, Casa Daluz, Santiago. (2013)

Exposiciones Colectivas

•Exposición del Workshop realizado con Adriana Lestido (Argentina) en el marco del FIFV 2014, Dinamarca 399, Valparaíso. (2014)
•“Emergentes”, Foto Galería Arcos, Santiago. (2014)
Premios
•Ganador del permio FIFV / Ekho Gallery 2014

Nictálope: de lo real a lo imaginario

“Para algunos entonces, no hay ciudad sólo discurso, para otros inmediatez sin referencia, para la mayoría una urbe inconstante almacenando su desigualdad y futuro sin generosidad ni cálculo”
Carlos Ossa

La ilusión de realidad e irrestricta objetividad que supone estar presente en las fotografías ha ayudado a que imágenes completamente subjetivas y arbitrarias sean consumidas como objetivas e imparciales, siendo éstas las que han contribuido visualmente a construir el imaginario colectivo de Santiago. La globalización y las ansias de progreso del sistema actual han afectado todos los ámbitos de la vida, siendo uno de estos efectos la homologación de las ciudades y la generación de clichés urbanos, que crean un imaginario arbitrario de la ciudad, haciendo que su presunta realidad desaparezca por completo y que solo pueda ser albergada por una conceptualización (mapas o planos). 

Un claro ejemplo de esta arbitrariedad a la hora de representar la ciudad, son las postales turísticas “… Donde se construyen mapas sin densidad, congelamiento de lo diverso, y afirmación de lo mismo.” (Ossa 10). Estas “poses” fotográficas de una u otra forma tienen la capacidad de movilizar poderes de tipo político, económico y cultural. Éstas nos muestran una imagen-país con un éxito fundado en la modernización, asunto que reprime y justifica los constantes cambios que aparentemente son necesarios y devienen en progreso. De modo que dichas postales, lindas fotografías de lugares o hitos característicos de la ciudad, albergan entre líneas un “mensaje subliminal”, pero si miramos al reverso de ellas y en el interior de la ciudad misma “… Podemos encontrarnos con lo descalzado, arbitrario y débil que configura Santiago de la mano de un paisaje heterotópico y de unas imágenes en las que se disgrega y explota.” (Ossa 10)

Dentro de este mismo ámbito, el de la problemática que significa la suma de imaginarios de Santiago, construidos arbitrariamente y de forma no objetiva, podemos identificar que las desigualdades de las personas que habitan la ciudad, su dispar condición económica, la segregación social, la permanencia o supresión de recuerdos de revueltas sociales y tragedias políticas, son elementos que constantemente se enfrentan y diluyen la idea de ciudad,  pero al menos nos dan una certeza, Santiago es irrepresentable. 

Esta premisa es la que este proyecto fotográfico pretende ratificar, frente a este imaginario de Santiago que se presenta inconcluso, construido en base acuerdos tácitos, olvido e ignorancia, postales idílicas que propagan una imagen de país primermundista, “Nictálope” propone una nueva mirada de la ciudad, desde otra perspectiva, con otro código y otro lenguaje. De esta manera aporta con un nuevo imaginario, y digo aporta porque es un imaginario construido a partir de fotografías despojadas de la manipulación con fines asociados al poder y consientes de sus limitaciones, y por sobretodo consientes de que” toda fotografía es una ficción que se presenta como verdadera” (Fontcuberta 15)

Cada uno de los elementos que componen el lenguaje fotográfico a ocupar y determinan la estética de las imágenes, guardan directa relación con la idea de proponer una mirada de la ciudad diferente a las que ya existen.

Estas imágenes resignifican espacios comunes a través de un claroscuro fotográfico que desvanece el tejido de la ciudad, cada una de las locaciones se presentan inconexas entre sí, como un oasis de luz en un desierto de oscuridad, un negro absoluto extrae y singulariza las locaciones quebrando así la idea de un engranaje o conjunto urbano.  Las obturaciones son largas, imposibles de realizar sin trípode, de este modo las fotografías se cargan de una temporalidad diferente, completamente contraria al ritmo acelerado de la vida en la ciudad, echando por tierra la idea de una imagen instantánea. Planos amplios y frontales, composiciones limpias y simétricas, valores diafragmáticos medianos para obtener amplia profundidad de campo, baja sensibilidad para obtener notorias texturas sin que el ruido digital las estropee, son las decisiones técnicas y arbitrarias a la hora de realizar las fotografías que generan el quiebre entre lo fotografiado y la imagen resultante. A partir de lo real surge su opuesto, lo imaginario, una representación arbitraria de lo ficticio que provoca en el espectador que cambien los parámetros de su percepción, que cambie la forma de cómo percibe su entorno y por ende también que cambie la forma de percibirse a sí mismo. Pero, ¿por qué sucede este cambio de percepción?, esencialmente sucede  porque el espectador no cuestionará la relación entre dicha representación con la realidad, si no que cuestionará la relación que él tiene con aquel lugar “real” representado a partir del medio fotográfico y que le resulta desconcertante. En simples palabras, el espectador no cuestiona la naturaleza de la fotografía, si no que cuestiona la realidad que percibe en ella, por ende una analogía de su propia realidad.

La ciudad de Santiago ha sido fundada en la vacuidad, en la segregación en ámbitos sociales, históricos, económicos, políticos y culturales. Frente a estas características fundamentales que constituyen y al mismo tiempo derrumban la idea de Santiago, “Nictálope” parece articularse como una representación acorde con la identidad de la no-identidad, del vacío y de la fragmentación. De esta forma surge una paradoja, imágenes en las cuales es muy difícil o casi imposible reconocer Santiago, se convierte en una representación acertada, coherente y sincera del imaginario social de esta urbe. Así se articula un nuevo imaginario, que genera una dislocación en la percepción del espectador con respecto a la relación de éste con su entorno, con la ciudad que habita pero de la cual no forma parte.                             

Imágenes

















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