sábado, 4 de octubre de 2014

3ª Edición "Ensayos"

Pablo Baeza

Pablo Baeza nace en Santiago y actualmente tiene 25 años. Comienza a sensibilizarse con la fotografía cuando cursa cuarto año básico, gracias a una pequeña cámara de juguete, pero funcional. Después decide  usar, clandestinamente, las Zenit de su padre, por varios años.

Al crecer y tener que optar por una carrera, elige Derecho, donde llega a tercer año. Aquella decisión forma parte de su proceso de descubrimiento personal donde, finalmente, se da cuenta que las comunicaciones y lo social son las motivaciones de su vida, ya que la idea de ser abogado, es algo demasiado estructurado para él. 

Cuando deja la facultad de Derecho, decide trabajar con el objetivo de comprar una cámara digital para registrar lo que más le llama la atención de la sociedad: las carencias. A partir de ese momento, con el apoyo y enseñanzas del fotógrafo y amigo colombiano, Sebastián Mejía, mejora y pule su técnica.

Entra a estudiar Periodismo en la Universidad Alberto Hurtado, donde actualmente realiza su tercer año de carrera.

“Creo que la experiencia más bella que he tenido, gracias a la fotografía, fue realizar una serie sobre la indigencia en Santiago. El concepto buscaba plasmar gráficamente la dignidad de los sin hogar físico. Dicha serie fue expuesta en la Biblioteca Viva en Mall Plaza Tobalaba”. (P.Baeza)

Actualmente se desempeña como fotoperiodista 
ayudante en Puroperiodismo.cl, el medio de prensa digital de la Universidad Alberto Hurtado. En este medio, Patricio Contreras, editor de Puroperiodismo, le da la oportunidad de dar los primeros pasos en el hermoso oficio del fotoperiodismo.

Bucalemu

Bucalemu, que en mapudungún significa Bosque Grande, es un balneario de la provincia de Paredones, sexta región, conocido por sus playas y actividades típicas que podemos encontrar en el litoral central y de la sexta región. Pero hay elementos en este poblado que lo hacen un tanto especial. 

Cuando llegamos a un lugar nuevo y turístico solemos observar como fuerinos, es decir desde una perspectiva exógena al sitio. Es cosa de pasar por los principales balnearios del país y observar el comportamiento del turista. Pero, si hacemos el ejercicio de impregnarnos de la identidad propia del lugar que visitamos, se nos presenta un mundo que hasta ese momento no se nos hace visible.

La presente serie intenta plasmar austeramente el “lado B” de este hermoso poblado, desde la visión de un turista que hace el absurdo esfuerzo de parecer oriundo del sector. Extraer en imágenes los momentos y paisajes más cotidianos, aquellos ocultos ante las narices del turista neófito y que no son precisamente realidades creadas en favor de lo estético que estamos acostumbrados a ver los citadinos turistas. Ejemplo de ello: a pocas personas les hace ruido que el nombre de Bucalemu signifique bosque grande, y de bosques nativos nada, solo empresas forestales.

Es un intento, algo inocente, de rescatar una parte de nuestra idiosincrasia chilena, absorbida por lo de afuera. Esto es lo que hace especial a Bucalemu; mantiene tradiciones de un pasado que ya no existe en otros lugares similares. Ya está perdida la identidad indígena del lugar, y ahora se resiste, silenciosamente, a perder su segunda identidad, la criolla.

Imágenes

























Víctor Pérez 

Víctor Pérez nace en Puerto Octay, Región de los Lagos en 1984. Estudió Psicología en la Universidad de Chile, trabajó 3 años como psicólogo cuando decidió dejarlo y dedicarse por completo a la fotografía que comenzó a practicar de manera autodidacta desde el año 2010. 

Desde hace 2 años se dedica a desarrollar proyectos personales principalmente enfocados en explorar a través de sus imágenes el paisaje urbano. Actualmente reside en Francia donde compatibiliza su trabajo personal y comercial como fotógrafo de arquitectura. 

“Ha terminado el verano”

Víctor vivió su infancia en Rupanco, una zona rural en el sur de Chile situada a casi 80 kilómetros de Osorno, la ciudad más grande de la provincia. La mayor parte del tiempo que pasó ahí fue durante el verano en casa de sus abuelos, casa que más tarde se convertiría en la de sus padres. 

Históricamente esta región ha sido una zona de pequeños agricultores de distintos orígenes, sin embargo durante los últimos diez años la vida de las familias que viven en el sector ha ido cambiando drásticamente. Muchas de las cosas que se hacían cuando niños ya no existen. La llegada de empresas forestales y de explotación agrícola han transformado
el paisaje para siempre. La agricultura de pequeña escala que permitía vivir y trabajar a más de mil personas en el sector está siendo reemplazada vertiginosamente por una agricultura industrial. Así mismo, las riberas del lago, cuya finalidad era ser el atracadero de las pequeñas embarcaciones locales de pesca, se fueron llenando de turistas y poco a poco las personas fueron migrando a la ciudad dejando atrás casas abandonadas, escuelas, canchas de fútbol e iglesias, espacios que solían tener un uso comunitario. 

En este paisaje verde, pero al mismo tiempo semidesértico continúa viviendo su familia; hoy al tratar de volver a esa infancia, son estas imágenes las que actúan como un puente entre su presente y su pasado, materializando aquello que se ha ido desvaneciendo.

Imágenes





























María Paz Basso Aguilera

Fotógrafa Valdiviana quien a través de su afición por el cine, ingresa a su actual profesión. En el año 2009 comienza la carrera de Artes Visuales en la Universidad Austral de Chile, pero  siente  la necesidad de centrarse completamente en la fotografía,  por lo que en 2011 se traslada a Valparaíso para estudiar Fotografía Profesional en IP Arcos de Viña del Mar. 

Las temáticas planteadas en sus fotografías tienen relación con la búsqueda de una identidad en un contexto en el que todo está regulado por  el mercado, Una búsqueda que se hace contemplando una  vida rutinaria y  la soledad en una era híper-conectada y globalizada, la realidad como un gran acuario escenificado en el cual ya está todo predeterminado.

Descripción serie

A través de puestas en escena con diferentes mujeres jóvenes la siguiente serie retrata el ensimismamiento como síntoma de una sociedad que nos satura con demasiada información, que nos  presenta una realidad maquillada e ilusoria difundida a través de diversos dispositivos subjetivadores y medios de comunicación. Provocando un desinterés por tener un contacto real y efectivo con lo que nos rodea. 

Imágenes

























No hay comentarios:

Publicar un comentario